10 ACTITUDES QUE NOS IMPIDEN EXPRESAR SENTIMIENTOS

  • Fobia a los conflictos. Usted teme los sentimientos de rabia o entrar en conflicto con otras personas. A lo mejor cree que no debería enfrentarse o discutir con personas con las que mantiene una buena relación. También cree, seguramente, que las personas más queridas se sentirán dolidas y no podrán soportar que les diga cómo se siente y qué piensa realmente. Los denominó el “fenómeno del avestruz” puesto que entierra la cabeza en la arena en lugar de afrontar sus problemas de relación.
  • Perfeccionismo emocional. Cree que no debería tener sentimientos irracionales, rabia, celos, depresión o ansiedad. Cree que debe ser siempre racional y tener sus emociones bajo control. Teme quedar en evidencia como alguien débil o vulnerable. Cree que las personas le mirarán por encima del hombro si se dan cuenta de cómo se siente de verdad.
  • Miedo a la desaprobación y al rechazo. Le aterra tanto ser rechazado y quedarse solo que prefiere sus sentimientos y aceptar que abusen de su confianza, antes de correr el riesgo de que alguien se enoje con usted. Siente una necesidad excesiva de satisfacer a los demás y de estar a la altura de las expectativas de todo el mundo. Teme que las personas dejen de quererle si expresa sus propias ideas, y sus propios sentimientos.
  • Agresividad pasiva. Usted  “está que trina” y retiene en su interior sus sentimientos de dolor y de rabia, en lugar de compartirlos abierta y sinceramente. Castiga a los demás con sus silencios e intenta hacerles sentir culpables en lugar de compartir con ellos sus sentimientos.
  • Desesperanza. Siente que su modo de relacionarse no puede mejorar independientemente de lo que haga, y decide, por lo tanto, tirar la toalla. Es posible que piense que ya lo ha intentado todo y que nada funciona. Quizá piense que su cónyuge es demasiado tozudo e insensible para poder cambiar. Esto funciona como una profecía autocumplida. En cuanto abandona, las cosas se atascan y llega a la conclusión de que, realmente, no hay esperanza alguna.

  • Autoestima baja. Cree que no tiene derecho a expresar sus sentimientos o a pedir algo a otra persona. Cree que siempre debe satisfacer a los demás y estar a la altura de sus expectativas.

  • Espontaneidad. Cree que tiene derecho a decir exactamente lo que piensa y siente cuando está preocupado. Es posible que piense que cualquier cambio en su estilo relacional sonará falso y ridículo.

  • Presagio. Cree que las personas deberían saber cómo se siente  y qué desea sin tenerlo que expresar directamente. Esto le proporciona la excusa perfecta para retener sus sentimientos en su interior y sentir rencor, puesto que las personas no parecen preocuparse por sus necesidades.

  • Martirio. Teme admitir que está enojado porque no desea que alguien se siente satisfecho al saber que le ha hecho rabiar. Se siente muy orgullosos de controlar sus emociones y de sufrir en silencio.

  • Necesidad de resolver problemas. Cuando tiene un problema con alguien, va dando vueltas y vueltas a su alrededor intentando resolver el conflicto en lugar de compartir sus sentimientos de forma abierta y escuchar cómo se siente la otra persona.
(Autor/Recopilador: Abel Cortese – eledicto.com)