LA JUSTICIA LLEVADA A UN EXTREMO (LO QUE MARCA EL REGLAMENTO)

Cierto día, en su acuartelamiento en la por entonces colonia francesa de Argelia, el general francés Aimable Pélissier (1794-1864), que sería mariscal de Francia y duque de Malakovse dejó llevar por un arrebato de ira y la emprendió a latigazos con uno de sus subalternos

Éste, también cegado por la ira, sacó la pistola y apretó el gatillo, pero el arma se encasquilló

Entonces, el general gritó:

«¡Tres días en la celda de castigo por no tener el arma en perfecta condiciones!».