El filósofo francés conocido con el nombre de Voltaire descreía de las predicciones.
Acerca de la Astrología, por ejemplo, ironizó:
«De dos astrólogos que aseguren acerca de un niño, que tendrá larga vida (el uno) o corta vida (el otro), definitivamente, con el paso del tiempo, uno de los dos se convertirá en profeta«.
A pesar de esa ironía, Voltaire decidió arriesgarse como «profeta».
Resulta que Jean Jacques Rousseau escribió una oda y le puso: ‘Oda a la posteridad ‘.
Prontamente, Voltaire opinó: ‘esa poesía no llegará seguramente a destino ‘.