Persuasión es la capacidad de hacer que ciertas cosas ocurran.
Si la empleamos adecuadamente, tal vez no podamos mover montañas, pero sí podremos conmover a la gente, a pequeños grupos o a grandes audiencias, e inducirlos a emprender las acciones que nosotros queremos que emprendan
Varios autores expertos en comunicación sugieren cinco grandes factores, a modo de principios rectores que forman el núcleo de un discurso persuasivo:
-QUIÉNES SOMOS: nuestro carácter como oradores;
-LA AUDIENCIA: su poder, alcance, características o capacidad;
-NUESTROS OBJETIVOS: según los diferentes ámbitos de actividad profesional;
-NUESTROS ARGUMENTOS: convencer, defender, condenar,
-NUESTRA CAPACIDAD DE RÉPLICA; la preparación que hagamos ante los eventuales puntos de vista contrarios o alternativos a los nuestros.
Tanto si estamos preparando o efectuando una presentación formal, haciendo un alegato en un juicio, charlando en una reunión, o hablando cara a cara en la oficina, en la calle o en el aparcamiento, estos cinco grandes factores son el sistema orientador de todo esfuerzo de persuasión eficaz: carácter, poder, objetivos, argumentos, réplica.