PROBLEMAS ESPECÍFICOS DE LENGUAJE Y RAZONAMIENTO EN LA COMUNICACIÓN

Los seres humanos tenemos la capacidad de crear un mapa de nuestro mundo a través de las palabras y de las frases que utilizamos, y que van marcando nuestra existencia.

La Programación Neuro-lingüística ha identificado algunos mecanismos y los ha llamado:

  1. eliminaciones,
  2. generalizaciones y
  3. distorsiones de nuestro lenguaje,

que actúan como reflejo de los “mapas mentales internos” con los que trabajamos.

Así, entre las ELIMINACIONES, citan:

a) Eliminaciones simples: «No me hacen caso» (¿quiénes no te hacen caso?)

b) Eliminaciones comparativas: «Este auto es el mejor» (¿en qué es el mejor, comparándolo con qué, siguiendo qué criterio es el mejor?)

c) Verbos inespecíficos: «Él me rechazó» (¿en qué te rechazó?)

d) Sujetos inespecíficos y falta de índices referenciales: «Dijo que eso era egoísta» (¿quién lo dijo y de quién decía que era egoísta?, ¿en qué consiste ser egoísta?

e) Nominalizaciones o Verbos ocultos: «El conocimiento te ayudará a superarlo» (¿conocer qué?)

f) Verificación perdida: «Es malo ser incongruente» (¿Quién lo dice?, ¿en relación con qué?)

g) Términos indefinidos: «Su egoísmo está realmente fuera de lugar» (¿a qué te refieres exactamente?, ¿qué significa exactamente para ti?)

Hay muchas palabras que no están bien definidas. Las palabras tienen distintas funciones, dar un nombre, etiquetar, describir (sustantivos), establecer relaciones (verbos, adverbios, adjetivos). Y hay palabras que no están bien definidas, aquellas que sustentan nuestras presuposiciones filosóficas previas y que necesitarían ser descritas con minuciosidad para poder establecer su verdadero significado para nosotros.

Entre las GENERALIZACIONES nos encontramos:

a) Cuantificadores Universales: «Ella no me escucha nunca» (¿realmente es nunca?)

b) Operadores Modales: «No puedo decirle la verdad» (¿qué ocurriría si lo hicieras?, ¿qué ocurriría si no lo hicieras?)

c) Frases del tipo «o esto o aquello»: «Tengo que trabajar esta relación. Si no lo hago demostraré lo falso que soy» (¿es cierto en cualquier situación?, ¿es todo o nada, no existen distintos grados?)

Se trata de frases reduccionistas que impiden otras alternativas o presuponen que las cosas no son divisibles, o que no se pueden alcanzar en parte.

d) Palabras ambiguas: «¿En qué estado se encuentra?» (¿qué, cuándo, cómo, quién..?)

e) Palabras estáticas: «La ciencia dice…» (¿qué ciencia, de acuerdo con qué teoría..?)

Respecto a las DISTORSIONES:

a) Lectura de la mente: «Yo no le gusto» (¿estás completamente seguro/a?; ¿cómo lo sabes?)

b) Causa-Efecto: «Tú me entristeces» (¿qué ha hecho el otro para conseguir entristecerte?)

c) Equivalencia compleja: «Ella siempre me está gritando; no le gusto» (¿qué tiene que ver una cosa con la otra?)

d) Presuposiciones: «Si supieras lo que sufro, no harías eso» (presuposiciones: “estoy sufriendo, tú no lo sabes, no haces nada al respecto”)

e) Engaños verbales: «Mi depresión no tiene nada que ver con mi cuerpo, simplemente es la forma en la que mi mente trabaja estos días» (¿cómo lo sabes?, ¿a qué se refieren las palabras ‘mente? o ‘cuerpo’?)

f) Identificaciones: «Es un perdedor; le falta sentido comercial» (¿en qué sentido es un perdedor? ¿es lo mismo ser perdedor que no tener sentido comercial?)

g) Pseudopalabras: «Eso lo convierte en un fracasado» (¿qué es ser un fracasado?).

Son palabras que no tienen un verdadero referente.

EL LAPSUS

Expresión que se emplea en latín  (significa exactamente: ‘por error’) en la forma lapsus calami y lapsus linguae (error de escritura y error de lengua). Ambos errores han sido interpretados por el psicoanálisis como una emergencia de contenidos inconscientes, emotivos, instintivos, racionalmente incompatibles con el super-ego. Los lapsus linguae son más frecuentes que los lapsus calami porque el pensamiento es más rápido que la escritura. Los que Freud descubrió es que esos lapsus o actos fallidos no son en realidad casuales sino que van dirigidos por el inconsciente para que haya así un modo de manifestarse. Freud recuerda el caso de un presidente que al abrir una sesión que se preveía desagradable lo hizo con las palabras: “queda cerrada la sesión”. Un error, pero un error que sin duda traicionaba un deseo.

(Autor/Recopilador: Abel Cortese- eledicto.com)