CINCO MENTES JURÍDICAS GENIALES

¿Cómo se define un criterio riguroso para determinar los mejores cinco abogados de toda la historia de la humanidad? Podríamos medirlos por su capacidad de expresión y convencimiento, por sus producciones literarias o académicas, por sus brillantes tesis o simplemente por la efectividad en procesos o pleitos ganados, sin embargo en este TOP nos centraremos en la capacidad de marcar la historia del derecho y les sumaremos su capacidad prodigiosa para destacar por su genialidad delante otros abogados de su época.

1. Marco Tulio Cicerón (106 a.C. – 43 a.C.) Reconocido hasta la fecha por historiadores a nivel mundial como uno de los mejores abogados de todos los tiempos, su inteligencia para manejar los temas más importantes de su época, de aspecto muy atractivo y su naturalidad para moverse por conceptos de derecho civil, penal, política y litigio era excepcional, cuenta la leyenda que podía defender a cualquier acusado, saliendo victorioso, solo presentándose en pleno juicio y con solo escuchar la acusación. Varias veces lo hizo para demostrar que era el mejor de todos. Era un genio y mago con la palabra, la gente de la época le temía hablar porque se rumoreaba que “era el mismísimo diablo disfrazado de ser humano”. (Habilidades: poder de convencimiento y capacidad de expresión oral casi que sobrenatural)

2. Ulpiano (170) Fue y es considerado como uno de los abogados más académicos y estudiados que han existido, era tan prolijo en el derecho y respetado para su tiempo que escribía las guías de práctica e interpretación que usaban los magistrados imperiales de la época ‘ algo así como hacerles un manual de instrucciones a los magistrados de las altas cortes siendo tu un abogado litigante ‘, sus tratados literarios como ‘Las Instituciones‘ fueron tan Épicos que sentaron las bases para la formación del Derecho Romano. (Habilidades: Capacidad redactora y visión futurística en lo jurídico era incuestionable)

3. Edward Coke (1552-1634) Fue un magistral abogado, perteneciente a la corte de la realeza británica, en su calidad de administrador de justicia y su convicción por la limitación de los poderes del rey y la supremacía de las leyes sobre los gobernantes fue tan grande que se opuso a que el mismísimo rey interfiriera en sus decisiones judiciales ‘ toda una proeza para la época ‘cuestionar a un rey era pagado con la vida, pero fue tal su capacidad de convencimiento y su destreza para justificarlo que logro evitar la cólera de la corona. Sin duda sembró las bases para la tesis de la separación de poderes. (Habilidades: destacada valentía y justicia salomónica)

4. Charles Luis de Secondat, Barón de Montesquieu (1689-1755) Fue un alto magistrado en Francia, así mismo era reconocido como un gran filósofo y erudito, de conocimiento enciclopédico, muchos amigos cercanos atestiguan que era un monstruo devorador de gruesos libros, tenía un récord de 5 libros jurídicos leídos por mes y a todos les hacía correcciones o anotaciones personales, cuentan los historiadores que en su ratos libres escribió ideas sueltas que terminaron convirtiéndose en (‘El espíritu de las leyes ‘, 1748) la majestuosa obra que se convertiría en la base teórica para el concepto de división de poderes y que sería aplicada a la larga en todo el mundo hasta nuestros tiempos. (Habilidades: Interpretación jurídica instantánea, Fluidez para escribir temas altamente académicos con el mínimo esfuerzo)

5. Jean Étienne Marie Portalis (1746-1807) Nadie más y nadie menos que el creador del código civil francés, un trabajo colosal donde integró casi que científicamente el derecho romano, derecho canónico y el derecho consuetudinario Francés, tan bien resultó su obra que fue referente mucho tiempo después para la creación de muchos códigos en distintas latitudes, sin duda un analista jurídico, social y gran humanista. (Habilidades: altamente altruista y capacidad de generar textos armónicos muy a pesar de sus paradigmas)

Sin duda nos quedamos cortos con muchas más eminencias por mencionar, sin embargo para nadie será un secreto que sin estos ilustres abogados nada de lo que tendríamos actualmente sería igual, precursores de cambios y futuristas a corto plazo, simplemente genios jurídicos. Esperemos que sigan creciendo intelectuales, en una época llena de redes sociales, distracciones, gustos por la vida “alegre” no está demás dejar un regalo intelectual para la humanidad, y recuerda hay que esforzarse un poco más, que mientras tu buscas minutas en internet para presentar demandas, ellos escribieron códigos completos a la luz de una vela desgastada y una pluma de pavo real.

Fuente: https://www.osadiajuridica.com, Autor: Francisco España