¿SABES QUIÉN FUE EL ABOGADO MÁS INTELIGENTE DE LA HISTORIA?

Fue uno de los grandes pensadores de los siglos XVII y XVIII, y se le reconoce como el «último genio universal», esto es, la última persona que pudo formarse suficientemente en todos los campos del conocimiento; después ya sólo hubo especialistas.

Realizó profundas e importantes contribuciones en las áreas de metafísica, epistemología, lógica, filosofía de la religión, así como en la matemática, física, geología, jurisprudencia e historia.

Fue historiador, ingeniero de minas, poeta, diseñador, geólogo, diplomático, músico, alquimista, casamentero político, agricultor, bibliotecario… ¿Se puede tener mayor diversidad? Pues todas estas actividades las llevó a cargo Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716).

El filósofo francés del siglo XVIII Denis Diderot, a pesar de tener en su discurso filosófico opiniones contrarias a las del pensador alemán, dijo lo siguiente: «Quizá nunca exista un hombre que haya leído tanto, estudiado tanto, meditato más y escrito más que Leibniz (…). Lo que ha elaborado sobre el mundo, sobre Dios, la naturaleza y el alma es de la más sublime elocuencia».

Y añadió más adelante, descorazonado: «Cuando uno compara sus talentos con los de Leibniz, tiene la tentación de tirar todos sus libros e ir a morir silenciosamente en la oscuridad de algún rincón olvidado».

Lo que hizo entrar a Leibniz en la historia de la ciencia, con letras de oro, fue su aportación al estudio del cálculo infinitesimal.

Pero Leibniz también fue abogado. Primero obtuvo su grado de bachiller en Filosofía, en 1883, pero al año siguiente, en Leipzig, se especializó en Derecho y se convirtió en Maestro de Filosofía con el trabajo titulado: «Muestra de cuestiones filosóficas tomadas del Derecho«, donde relacionaba la Filosofía y el Derecho, pues defendía que, sin la filosofía, la mayoría de las cuestiones planteadas en Derecho no tendrían solución. Quería, además, ayudar a disipar el desprecio que los estudiantes de Derecho solían tener por la filosofía.

Ah… por si fuera poco… el abogado, político, filósofo y -para resumir: polímata- inventó una de las primeras máquinas de calcular.

La calculadora de Leibniz fue creada en 1673 y fue un gran avance en la época. Además fue utilizada durante tres siglos por el mundo de la computación (hasta la llegada de la calculadora electrónica a mediados de la década de 1970), sobretodo por su famoso Stepped Reckoner.

(Autor/Recopilador: Abel Cortese – eledicto.com)